Parámetros del objeto / superficie de medición

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Cuando se realiza una termografía, básicamente siempre se debe medir en un punto del que conozcamos su emisividad.

Prácticamente la totalidad de las sustancias orgánicas, pinturas, recubrimientos, papeles, plásticos, minerales, etc. se pueden medir sin dificultades con una cámara termográfica. La emisividad de todos estos materiales es más o menos del 0.95 y además no depende de la temperatura.

Por el contrario, los metales con superficies pulidas y brillantes o con estructuras cambiantes son más difíciles de medir.

Normalmente, su emisividad es baja y se ve alterada si la temperatura de los objetos medidos también cambia.

Para poder medir correctamente, es necesario aplicar algún tipo de recubrimiento, como pintura o cinta adhesiva de emsividad.

El color del material no influye notablemente en la radiación infrarroja emitida por el objeto medido. Esta depende solo de la temperatura y no del color de la superficie del objeto.

Consecuentemente, un radiador pintado de blanco emite exactamente la misma cantidad de radiación infrarroja de onda larga que un radiador pintado de negro.